¿Fuet o longaniza? ¿Sumaia o secallona? ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? Posiblemente, te hayas preguntado más de una vez por qué se llaman diferentes si su aspecto y su sabor son tan parecidos. Similares sí, pero no iguales, de ahí los diferentes nombres. Y es que todos son embutidos de la misma familia, pero su preparación, forma, calibre e incluso zona de producción los distinguen. Veamos cuáles son las diferencias y qué rasgos definen a cada uno de estos suculentos embutidos, que también puedes encontrar en MAS Food Lovers o comprar online en masfoodlovershop.com.
Antes de nada, debemos saber que se llama “embutido” porque son piezas generalmente de carne picada y condimentada (sal y pimienta) que es introducida (embutida) en intestino de cerdo. La tripa natural es, de hecho, la auténtica causante del gran sabor del embutido natural por sus grandes cualidades en la curación de estos embutidos artesanales. Además, su forma de curación ha hecho que sea fácilmente conservable durante períodos de tiempo relativamente largos.
Otro rasgo identificativo para saber que son artesanos y no industriales es la cantidad de carne magra que contienen. A más grasa (hasta un 48%) más industrial. Asimismo, los embutidos industriales llevan entre sus ingredientes aditivos industriales y conservantes que alargan la vida de estos embutidos. Además, algunos de ellos son embutidos en celulosas o plásticos, en lugar de la tripa de cerdo, por lo que aquí se responde a otra de las grandes preguntas que nos hacemos cuando vamos a comer uno de estos embutidos: ¿se come o no la piel? En el caso de los artesanos, adelante, al fin y al cabo, estarás comiendo una parte más del cerdo.
Sobre las diferencias entre un embutido y otro, entre una secallona, un fuet o una longaniza, por ejemplo, como decíamos antes, son pocas, especialmente radican en su tamaño y forma. Pero veamos caso por caso.
- Longaniza.- Es el embutido más grueso de esta familia. Su diámetro está entre los 4 y los 9 cm, y su longitud entre los 50 y los 90 cm, aunque también se puede encontrar más corta.
- Fuet.- Es estrecho, entre 3 y 4 cm de diámetro, y más corto (entre 30 y 50 cm. de longitud) que la longaniza. Su textura es más esponjosa, que se consigue con un punto óptimo de curación. Su sabor, equilibrado y con una sutil presencia de pimienta.
- Secallona.- También es estrecho como el fuet, entre 3 y 4 cm de diámetro, pero más alargada y seca. Además, no suelen tener tanta “flora exterior” como el fuet o la longaniza. Otro rasgo que la identifica es la hendidura que presenta enmedio.
- Sumaia (o somalla).- En muchos lugares es sinónimo de secallona. Sin embargo, suele ser la más alargada, delgada y delicada, pues la tripa es extremadamente seca, y por tanto, más frágil. De hecho, su nombre viene precisamente de su propia descripción, ya que “somall” en catalán significa “cosa seca y medio deshidratada”.
- Didalets o las cigales de gos son las más cortas. Su grosor es aproximadamente el de un dedo meñique y se elaboran a partir de salchichas en lugar de butifarras.
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